Un sueño a 40.000 kilómetros
El cacereño Fabián Sánchez atravesará de sur a norte el continente americano en moto. En febrero inicia ocho meses de aventura entre Usuahia, capital de la Tierra de Fuego, y Alaska
Ocho meses de aventura en moto y cerca de 40.000 kilómetros separan al cacereño Fabián Sánchez de hacer realidad sueño de convertirse en el primer extremeño en cruzar el continente americano de sur a norte y también de vivir una aventura personal única, que sabe que cambiará su vida para siempre. Amante de las motos y de la aventura, no es la primera vez que Fabián Sánchez se sube a su BMW 800 GS para recorrer kilómetros y descubrir paisajes y culturas (ha ido en moto varias veces a Marruecos, ha estado en Mauritania y Mali en unimog --un descomunal camión de tracción a las cuatro ruedas-- recorrió Rumanía en quad y llegó a China en el transiberiano), pero sí es la primera vez que aborda un proyecto de esta magnitud. "Quiero llevar la marca Cáceres y Extremadura desde Argentina hasta Alaska", dice.
La ruta principal seguirá el trazado de la carretera Panamericana que atraviesa de norte a sur el continente, aunque el asfalto no será su guía. Predominará la pista porque no le interesan en este recorrido las grandes ciudades sino "saber cómo vive la gente en los núcleos pequeños, cómo trabaja el pastor; las grandes capitales son muy parecidas en el fondo", explica. Además aprovechará para colaborar con varias oenegés y también para seguir los pasos de algunos de los conquistadores extremeños. Quiere reivindicar su memoria a lo largo de un recorrido que le llevará por países como Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú o Estados Unidos, hasta la ciudad que ha fijado eventualmente como 'meta', Anchorage, en Alaska. No descarta continuar después su aventura cruzando el estrecho de Bening ("si las circunstancias lo permiten", dice) para llegar a Rusia y de ahí a Europa de regreso a casa.
Un largo camino
Han pasado dos años desde que Fabián Sánchez tomó la decisión de emprender esta aventura viendo un vídeo del también aventurero Fabián Barrios, que despertó su inquietud. "Hizo que algo se removiera en mi interior, quebró mi alma sujeta a controles que nos obligan a vivir como vivimos, y con los que de alguna manera también nos conformamos", afirma Sánchez. Su alma pedía un cambio y en los últimos 24 meses ha trabajado para que ese cambio llegara. "Mi vida será radicalmente diferente durante los próximos meses", asegura. A cambio de dejar atrás durante ese tiempo familia, amigos, trabajo y el confort diario, hará realidad un sueño.
Yvoty (flor en guaraní), como bautizó a su moto, será su compañera inseparable durante ocho meses en los que se medirá cuerpo a cuerpo consigo mismo y con la naturaleza; en medio de salinas como la de Uyuni, desiertos como el de Atacama o la carretera de los Yungas, en Bolivia, considerada una de las más peligrosas del mundo.
El equipaje personal es el imprescindible (dos pantalones, cuatro camisetas, cuatro mudas y un neceser básico), pero para Yvoty contará con un amplio repertorio de herramientas y repuestos para poder hacer frente a casi cualquier contingencia, además de varias medidas de seguridad que le harán estar acompañado en medio de la nada. Entre ellas llevará varios gps y un 'spot', una baliza de seguridad que envía cada 10 minutos las coordenadas de posición vía satélite (puede funcionar en cualquier parte del mundo, incluso donde no llega la cobertura para los móviles), y cuenta con un botón de emergencia que avisa al móvil a diez contactos preseleccionados cuando se pulsa y otro que conecta con las emergencias del país en el que se encuentra.
Los riesgos
"Un accidente es lo que más temo, lo demás está controlado y muy preparado", afirma. Fabián Sánchez ha planificado intensamente durante los últimos dos años esta aventura, que arrancará el próximo 1 de febrero, cuando su BMW 800 GS 'tome' el avión hacia Buenos Aires. Un día después lo hará él, que se plantará en la capital argentina el 2 de febrero. Tras aclimatarse durante dos o tres días recorriendo la ciudad, se enfundará su traje y su casco para empezar a rodar.
"He estado muy tranquilo todo este tiempo, pero ahora, cuando quedan pocos días, empiezo a estar nervioso", asegura. Y eso que ha controlado hasta el mínimo detalle del recorrido y el equipo que le acompañará, con pruebas durante las últimas semanas para comprobar el funcionamiento y el comportamiento de la moto cargada todo el equipo. Yvoty también espera su reto.
VÍA http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/caceres/sueno-40-000-kilometros_849493.html
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